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miércoles, 19 de agosto de 2009

las 3 reglas de oro

Y bien, nos toca inaugurar la participación estudiantil en este blog. Desde ya bienvenidos a todos y esperamos que nuestra entrada sea una buena forma de hacerlos participar: sea porque estén ansiosos de hacer algún comentario, sea porque están obligados a elevar el prestigio del bando de los estudiantes con un post algo más acorde a las circunstancias.

El tema que nos convoca en este primer post son las reglas de oro que aprendimos en la primer clase. No hace falta recordarlas, solo tienen que mirar el link del video si no las recuerdan, lo cual creemos que no es necesario.

En el fondo, cuando muchos no pusimos a estudiar Derecho, teníamos la idea de convertirnos en una especie de Robín Hood de la justicia... ¡ho! sorpresa cuando empezamos estudiar que nos llevamos.
Pongamos las cuestiones claras, estamos de acuerdo con que el fin es hacer justicia, bah... mejor dicho, más que hacer justicia es imponer nuestra justicia… “será justicia.”- en la medada en que nos den la razón.

Nacho Tedesco nos enseña que el juicio es un juego, con personajes actorales donde cada uno toma un rol: hay un juez, una victima, un acusado..., nosotros decimos que de ser un juego, seria un juego de guerra, y como tal, divertido y sangriento (o acaso no basta como ejemplo escuchar los comentarios de algún amigo que jugara al TEG!).
Sin embargo la realidad nos muestra, que no es un juego, que no existe el compañerismo, las escenas felices en que el rival viene, te palmea la espalda y te dice “bien nene lo intentaste pero te falta...”. No hay medalla por segundo puesto...no. Todo tu esfuerzo y horas en velas pensando estrategias, tomando tanta cafeína que corre en tu sangre que cualquier hiperactivo te envidiaría, tiende solo a la construcción de un plan que te lleve a lograr la victoria en ese guerra llamada juicio, porque no existe el premio consuelo, simplemente si perdes, sos un cebollita mas... Esta es la primer regla… el proceso es la guerra y perder, la muerte, nadie sale segundo.

De esta regla surge una segunda regla. Porque para ganar, la única forma es construir un plan de combate, que nos permitirá hacer de nuestra verdad la única verdad. Al no existir una verdad absoluta, al no haber una determinación de la misma, los conflictos surgen por si mismos, ya sean ideológicos, políticos, religiosos, etc...En un juicio, particularmente, cuando las partes se cruzan, hay un choque de verdades, cada parte defiende su posición, su verdad...; nosotros por tanto debemos crear una, como diría Foucault, u optar por aquella versión que más nos convenga... Debemos demostrar, probar y defender nuestra verdad, nuestro punto de vista, hacerle ver al juez que lo que decimos nosotros es absoluto, mostrar convicción y ser coherentes con esta.

Y si construimos una verdad, o escogemos aquella que nos resulta más conveniente, lo hacemos no solo porque es necesario para ganar el juicio, el juego o la guerra, sino que lo hacemos porque para ser el número uno, el elegido, debemos convencer a quien decide. Nos guste o no, en esta guerra como en todas, hay reglas. Así llegamos a la tercera regla “lo que importa es convencer al que decide”... y con toda lógica natural, lo importante es lograr que el juez nos de la razón, que eleve nuestra verdad relativa por sobre las otras al punto tal que en la situación determinada que se trate, nuestra verdad sea la elegida ¿importa que sea cierta o falsa? ¿Que creamos nosotros en ella? ¿O que los demás crean en lo que decimos? No, lo que importa no es lo que hagamos o creamos... sino los efectos que cause.

Maria Dinard
Nahuel Nicolas Ortiz
Christian Daniel Calleja

15 comentarios:

Nicolas dijo...

Muchachos/a los felicito, esta muy bueno lo que escribieron. Eso si -choreandole un poco a Peirce y pecando de simplista- no creo que haya una verdad cierta y una falsa, me parece que como todo es un tema de puntos de vista, simplemente se trata de quien y de como se lo mire. Solo un aporte.

Un abrazo, Nicolas Manarino.

Alberto Bovino dijo...

¡Muy bueno está esto! La manera en que lo describieron se acopla naturalmente con esa sabia frase de Abramovich que dice:

"No gana el que tiene razón; sino que el que gana, tiene razón".

Saludos y gracias,

AB

Miguel dijo...

Muy buen aporte muchachos. Personalmente creo que las 3 reglas de oro pueden verse de muchas maneras. Por ejemplo, el juicio es la guerra, no hay 2° puesto. Eso me hace acordar un poco a lo que está en juego: nada menos que la liberetad de una persona. El defensor tiene una enorme tarea en estos procesos, y perder no debería ser una opción. Y la 2° regla: toda verdad es relativa. Eso podrá estar bien para el abogado, pero el mejor de los casos sería hacer pensar al juez que nuestra verdad relativa es la única verdad, esa verdad material de la que tanto habla el código.

Saludos. Miguel A. Fucarile

Maria Paz Vergara.- dijo...

más claro, hechále agua...

y a la vez, esto me lleva necesariamente a hacer un comentario...a propósito de Cromagnon... la "JUSTICIA", o la "injusticia", de la que tanto se habló hoy a la tarde...no es una verdad relativa???
es decir...que significa que un determinado fallo es "injusto"? que no se hizo justicia??
acaso no será que "nuestra verdad relativa" (o en este caso la de los familiares de las víctimas de aquel hecho) no llegó a convertirse en "verdad absoluta" para quien le tocó decidir?
y por eso el fallo es injusto??

son solo preguntas...

Unknown dijo...

Es mi voluntad felicitarlos por la exposición que realizaron sobre el tema propuesto. Me quede pensando acerca de si sería posible condensar las tres reglas en una sola y vino entonces a mi mente lo siguiente: " La cuestión es, dijo Alicia, si puedes hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. La cuestión es, dijo Humpty Dumpty, la de saber quién manda. Eso es todo". Un saludo para todos y mis agradecimientos por permitir esta voz. Pablo Parrino

Anónimo dijo...

No debemos confundir a la JUSTICIA con la VERDAD, sea la verdad como valor o como proposición de la realidad social y, mucho menos, confundamos JUSTICIA con otro intereses que se pueden plantear en el curso de un proceso o que se encuentran como expectativas de una sentencia.
La verdad relativa del proceso es una proposición de la realidad social, como cada uno de nosotros la vemos, y el hecho de que el proceso sea una guerra significa que batallamos para que una determinada realidad social sea la dominante. Este es el verdadero trasfondo de la realidad en el proceso, imponer nuestra realidad y ganando (porque al igual que el deporte, la historia y el derecho no recuerdan a los segundos).

Joaquín Freije

Maria Paz Vergara.- dijo...

opino lo mismo que vos....mi post se dirigia a cuestionar la "imagen" que le puede quedar grabada a determinadas personas de que "no existe la justicia", justamente porque los intereses o las expectativas de uno de los sujetos del proceso no logró concretarse en una decisión judicial.
Por eso intenté hacer una similitud entre justicia y verdad relativa, en el sentido de que expresar "no existe la justicia" no es mas ni menos que manifestar el descontento con una decisión jurisdiccional... o por lo menos es lo que yo interpreto de lo sucedido en la tarde de hoy...

un saludo a todos!

y aprovecho para disculparme por la falta de ortografía en "héchale agua" en mi post anterior(va sin h)

Marcelo Llambías dijo...

Es verdad que es una guerra, es cierto que la "verdad" es relativa, como también que para ganar hay que convencer al juez... esas son las reglas del juego,pero no por eso hay que perder las aspiraciones a un ideal inalcanzable de justicia, que por irrealizable en su plenitud nos quiebre el esfuerzo humano de acercarnos a él. Coincido con las distintas connotaciones de la palabra verdad y su significativa diferencia con la idea de justicia del post anónimo. Abrazo.

Alberto Bovino dijo...

Miguel, recordame que hable sobre este punto en la clase de hoy, or favor

Saludos,

AB

Alberto Bovino dijo...

Marcelo:

Trataremos de analizar cúales on los factores que determinan el resultado de un proceso... Recuérdenmelo en clase, por favor. Gracias,

AB

PS: muy buenos comentarios

Nicolás da Cunha dijo...

Totalemnte de acuerdo con que hoy por hoy nos encontramos con la justicia en forma relativa, o mejor dicho, la justicia absoluta dependiendo del lado que se mire. Es decir, que justo es para uno, lo que injusto resulta para el otro.
Pero en definitiva, ¿cuál es la definición universal de justicia? ¿existe la definición universal de justicia?.
Seguramente algunos la definirán desde el lado de la vereda en que se encuentren, o corriente ideológica que sigan. Es un inicio, no?
Saludos

Alberto Bovino dijo...

Estamos hablando de verdad y porceso, no de justicia.

AB

Alan Swanston dijo...

Y si dejamos de ver el proceso penal como una guerra? como búsqueda de una verdad?.
Que pasaría si lo empezamos a utilizar como un sistema restaurativo? No sería mejor?
Claro, siempre y cuando ganar sea conseguir lo mejor para ambas partes...

Alberto Bovino dijo...

Alan:

Esto no excluye lo que vos decís. Este planteo pretende describir lo que sucede cuando efectivamente hay "lucha o batalla" judicial.

Es decir, de las partes del proceso judicial, pues los jueces no representan intereses ni luchan con nadie, ellos han venido al mundo con el don de la imparcialidad y el superpoder de decir la verdad infalibe, neutral y justa.

De todos modos, los modelos de justicia reparatoria, en general, siempre tienen detrás la posibilidad de que se aborten y de que se vuelva allitigio; aun si ello no sucediera, la negociación para conciliar y llegar a un acuerdo dependerá, y su resultado estará determinado en gran medida por la fuerza que cada una de las partes tienen para el caso de que la reparación fracase.

Saludos,

AB

Alan Swanston dijo...

Alberto:

Es verdad. Lo que pasa es que muchas veces veo batallas judiciales completamente en vano.
Me parece que si sigo trabajando en correccional me voy a volver abolicionista, jaja.
Nadie tiene un currito en instrucción o en oral???