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miércoles, 28 de octubre de 2009

Esperando el milagro. Porque el testigo que no se prepara, es una lotería


En la película “Tiempo de Matar”, el oficial de policía Dwayne Looney resulta herido en su rodilla durante el tiroteo y como consecuencia de ello le amputan la parte inferior de la pierna.
El resultado de su declaración, que sorprendió tanto al Fiscal como al Defensor, reveló determinadas deficiencias en cuanto a las Teorías del Caso, especialmente en lo que respecta a la investigación previa y a la preparación del testigo antes de que brinde su testimonio; como asimismo en la influencia del factor humano, como elemento que no responde generalmente a pautas racionales, sino que, por el contrario, se comporta fuertemente influenciado por lo emocional, moral y creencias de diferente índole.


La conducta del Fiscal

El Fiscal ofrece como testigo del hecho al Oficial herido en el tiroteo. Es relevante tener en cuenta que, si bien ofreció a dicho testigo, podría haber ofrecido a cualquiera de las personas que habían presenciado el suceso que, incluso, pudieron observar mejor la conducta de Carl Lee. Sin embargo, resulta evidente el objetivo que persigue el Fiscal al llamar al estrado al deputy Looney. Su aproximación en muletas con el pantalón recogido sobre la pierna amputada, impacta y conmueve por sí mismo. Su objetivo principal era generar determinados sentimientos en los miembros del Jurado, demostrar que más allá de los hechos, de los argumentos legales y de los peritajes psiquiátricos, hay un conflicto humano: un oficial inocente que llega al estrado con muletas, casi sin poder movilizarse. El Fiscal deseaba explotar al máximo el efecto sobre los miembros del Jurado, preguntando por los servicios que pudiera aún prestar como lisiado en la fuerza. Quiso destacar la extensión del perjuicio causado, aunque resulte irrelevante desde el punto de vista fáctico, mostrando a una víctima inocente del hecho, más allá de los presuntos violadores de Tonya.En su declaración testifical, el damnificado reveló un dato desconocido: Carl Lee le pidió personalmente disculpas por lo sucedido. El Fiscal exultante, aunque le duró poco.

La conducta del Defensor
Una vez llegado el momento del contrainterrogatorio, el defensor entendió que no era oportuno realizarlo, dado a que el testigo ha sido preparado (en realidad debió serlo porque luego se advierte que ello no ocurrió) por el Fiscal. Justamente por no tener el control del testimonio, no efectuó de forma directa la pregunta que Carl Lee le dijo que hiciera, porque como buen abogado conciente de las limitaciones del caso, ignora cuál podría ser la respuesta (imagínense que responda “la pena de muerte”). Urgido a hacerlo por Carl Lee, preguntó –a modo de ir “tanteando” la respuesta– si cree que le disparó intencionalmente, alegando la víctima que fue un accidente, lo cual pudo inferirse de lo declarado al fiscal. Finalmente realizó la pregunta que generó el impacto inesperado. No sólo no le guardaba rencor a Carl Lee, sino que se identificó totalmente con él. “Yo hubiera hecho lo mismo”, manifestó. De esa forma, se produjo empatía entre víctima e imputado. Ambos se encontraban del mismo lado y respondían a idénticos valores. Por último, el damnificado (¡Ofrecido por la fiscalía!) inició un encendido alegato en defensa de Carl Lee: “¡Es un héroe y deben dejarlo en libertad!”

Algunas conclusiones
Finalmente, consideramos que la declaración testifical del oficial benefició ampliamente a la defensa, dado a que uno de los propios damnificados, presentado incluso por la fiscalía, le solicitó a los miembros del Jurado, más allá de cuánto pudo haberlo perjudicado el hecho, que dejaran libre a Carl Lee.
Sin embargo, para nosotros, ambos abogados fueron negligentes. El Fiscal sólo pensó en que dicho testigo generaría lástima, conmoviendo de ese modo a los miembros del Jurado, sin prepararlo como corresponde, dejando todo librado a la suerte. Además, dio por sentada la actitud del policía en su calidad de víctima, ignorando el factor humano. Las personas no reaccionan, ni se conducen, ni sienten, ni valoran, ni perciben de igual manera en idénticas condiciones. Una simple entrevista con Looney le hubiera permitido averiguar sobre el encuentro con Carl Lee y hubiera advertido su identificación con la actitud del nombrado.
En relación al defensor, la falta de diligencia, resulta aún más llamativa debido a que conoce a Looney y podría haber hablado, al menos informalmente con él, conociendo de ese modo con anterioridad su actitud decididamente favorable respecto a Carl Lee. Asimismo, resulta aún peor la falta de comunicación entre el abogado y su cliente. El defensor no debería haber ignorado el reconocimiento de su defendido, siendo sorprendido en plena etapa de debate oral.
Una consideración aparte merece la relación entre la asistencia técnica y la voluntad del cliente ¿Hasta dónde una u otra deben ceder? Lo que debe tenerse en cuenta es que, en muchas oportunidades, el abogado de alguna manera subestima e ignora a su defendido, dado a que puede pensar que desconoce las estrategias y nada sabe de las sutilezas de la Teoría del Delito, entre otras cosas. A pesar de ello, no debe olvidar que es quien mejor conoce los hechos, por lo que debiera ser su principal fuente de información.
Finalmente, se aprecia la importancia de la preparación previa a la declaración del testigo como corolario de toda buena preparación del caso, de forma tal que la hipótesis que se sostiene no se vea frustrada en la práctica, ya sea porque resulte poco convincente o porque no resista el contrainterrogatorio.
El azar y la imprevisibilidad del comportamiento humano son parte de la incertidumbre de la vida diaria, por ello, deben reducirse al mínimo tales factores. Si bien en la película, la imprudencia de Carl Lee al pedir perdón, siguiendo un irrefrenable impulso interior, lo termina favoreciendo (Hollywood mediante), no hay que olvidarse que tenemos una guerra por ganar y para ello no hay que dejar nada librado a la suerte.
Por Marta Loreto Valenzuela Flores, Marcelo Llambías y Florencia Gerez.

8 comentarios:

Alberto Bovino dijo...

Muy buena entrada. Se agradece.

AB

María Paz.- dijo...

chicos, me parece excelente como respondieron a este interrogante que se planteó en el cuestionario.
creo que nos queda claro hacia donde debemos apuntar como litigantes en un procedimiento penal, especialmente en la etapa del debate oral.
lo que rescato de lo que uds. expusieron, es el hecho de que siempre nos conviene investigar e intentar aproximarnos al testigo que, prima facie, no nos favorecería. Es decir, la entrevista previa con el testigo de la contraparte nos puede ser de mucha utilidad, en la medida en que lo podamos hacer.
muy bueno!

Nicolas dijo...

Gentes, quise comentar antes la entrada pero se me complico. La verdad me parecio muy buena, mas que nada esto que resaltan de que el defensor deberia de haber entrevistado a Looney ya que tenia acceso a el.

Esto demuestra como muchas veces uno se centra demasiado en el derecho y se olvida del cliente y de como este puede ser de gran utilidad (en este caso para lograr entrevistar a un testigo de la fiscalia al que de otra manera seguramente no se tendria acceso)

Saludos Nico

Alberto Bovino dijo...

Un punto interesante que han señalado es el de la tensión entre la defensa técnica y la defensa material (la postura del imputado).

Más allá del hecho de prestarle atención o no al cliente, existe un problema normativo (en la película se plantea como una cuestión de estrategia, por ej., si preguntarle o no al oficial herido qué creía él sobre el merecimiento de pena de Carl Lee).

Hay ocasiones en las cuales entran en conflicto y son incompatibles.

Así, por ej., si yo defiendo a una persona que declara en indagatoria que tiene a un testigo que puede declarar que él no se encontraba en el lugar del hecho.

Si yo sé que mi cliente está mintiendo, no puedo oponerme a que lo haga. Pero tampoco puedo ni debo ofrecer a un testigo que sé que cometerá falso testimonio, aun si mi cliente me lo pidiera.

Otro supuesto: yo decido no recurrir una resolución. Mi cliente presenta un recurso in forma pauperis (si no saben qué es, buscarlo en la web). En ese caso prevalece el punto de vista del cliente y se me debe notificar para que funde el recurso, y debo hacerlo. La regulación del recurso in forma pauperis es una creación pretoriana de la CSJN, no se halla contemplada en el CPP.

En otras ocasiones, prevalece la decisión del defensor. Así, por ejemplo, si la defensa maaterial del imputado consiste en impugnar la norma sustantiva aplicable por considerarla injusta.

Si no se puede fundar técnicamente algún problema normativo que pueda dar sustento al reclamo de inaplicación de la norma legal por invalidez (p. ej., inconstitucionalidad), yo no puedo acompañar la defensa material, pues ello supondría el incumplimiento de mi deber de asistir técnicamente al imputado. Así, deberé diseñar una estrategia procesal diferente que me permita impugnar la decisión en cuestiones normativas.

Releyendo la entrada, advierto que han planteado muchas cuestiones de interés para discutir. Sería bueno que lo hiciéramos. Todos, estudiantes y docentes.

Felicitaciones. AB

Nicolás da Cunha dijo...

Me parece una cuestión importante a destacar la relación de confianza que debe de econtrarse entre la defensa técnica y la material, sin la cual, a mi criterio, no se puede llegar a buen puerto en cuanto a arribar a la solución favorable.
Estoy totalmente de acuerdo en lo que se dice en el post, en cuanto a que no debemos dejar nada por sentado, estableciendo una interacción con nuestro defendido, como portador principal del interés en que se resuelva favorable el caso, ya que será él el que podrá orientarnos y darnos elementos como para llevar adelante nuestra teoría del caso. Porque como muy bien se dijo él es el principal conocedor de los hechos que deberán ser construidos durante el juicio.
Saludos y muy buen post.

Anónimo dijo...

chicos, buenísimo lo que escribieron!
Al margen, de la referencia a la preparación del testigo, cosa que, como bien señalan no se debe dejar librado al azar, me interesa señalar aqui, la importancia de las valoraciones subjetivas, algo a lo que también se ha hecho referencia en el post.
Como en las primeras clases hemos visto,la decisión sobre un caso no esta determinado sólo por cuestiones dogmaticas.Como se señalaba en aquellos textos, hay un contexo, hay hechos, hay cuestiones politicas, sociales y prejuicios. Creo que la película en su generalidad resalta esto. Como los valores, y prejuicios tanto del jurado como de los testigos, como bien señalan los compañeros en cuanto al testimonio de policía herido, pueden determinar la decisión: culpable - inocente (indistintamente sea jurado o jueces profesionales), o bien el apote inesperado de un testigo.
En cuanto a la defensa técnica y material, creo que recien en el alegato el defensor entendió y procedió conforme su defendido pretendía, señalando y haciendo reconocer al propio jurado sus prejuicios.
Realmente una película fuerte. gracias por hacer que la veamos!
Mariana.

Alberto Bovino dijo...

Muy bueno, Mariana. Nunca había pensado en el alegato en esos términos. La pregunta es si es correcto que el abogado elija una opción semejante.

Saludos,

AB

Alan Swanston dijo...

Si bien es real la importancia de la preparación de un testigo previo a la audiencia de debate, dado el sistema de enjuiciamiento en el cppn, es increíble cómo lo que dice un testigo en una entrevista previa difiere a lo que termina manifestando en el debate.
Digo que es determinante el sistema procesal de nuestro país, porque quienes tienen realmente el PODER de entrevistar a los testigos son los jueces, y les puedo asegurar (para quien no haya presenciado aún un juicio) no es nada agradable estar frente a ellos.
Ya sean ofrecidos por una u otra parte, los jueces buscan que los testigos "pisen el palito", y llegan a inquirirlos de mala manera, como por ejemplo, recordándoles innecesariamente que están bajo juramento y la pena puede llegar a 10 años!!!, si, ¡¡¡lo voy a mandar preso por 10 años señor testigo!!!; y cómo termina incidiendo en el testimonio?, lo que el testigo antes afirmaba, ahora pasa a ser un vago recuerdo.
Lo que quiero decir es que es importante preparar al testigo, pero no por ello confíen en que siempre les va a resultar a favor.
Saludos